Para integrar los conceptos anteriormente introducidos, en este escrito, es relevante definir estrategia.
Fiévet señala que, “la estrategia es la conjugación del pensamiento y de la acción.” (1992, p. 17). Si la estrategia es la interrelación entre el pensamiento y la acción (actividades y decisiones). El lenguaje es la interacción (comunicación) que permite esta interrelación.
La estrategia está interconectada por el pensamiento. El pensamiento activa a la comunicación como estrategia, y lo que acciona al pensamiento es el lenguaje. Esta correlación organiza a los sujetos (o actividades) a favor de cumplir una meta o resolver un problema.
El pensamiento, puede orientarse a un simple objeto; o a la creación de un “concepto” de valor complejo; a su vez puede crear diversas y variadas formas de acción.
Podríamos asociarlo a los dos extremos planteados en el texto formas de pensar:
- Según el pensamiento tradicional, el conocimiento resuelve la complejidad a partir del análisis de las partes. Es así, que el objeto o situación es estudiada como una unidad conformada por partes desarticuladas e independientes.
- El segundo punto de vista se basa en la sistémica. Para el pensamiento holístico o sistémico, las propiedades de las partes se resuelven a partir del todo. En consecuencia, el objeto o situación comienza a ser estudiada como sistema u organización.
Los sistemas surgen a partir de problemas de complejidad, dando soluciones de ordenamiento y organización dentro de un desorden o incertidumbre anterior, y viceversa.
Es así, que a través del tiempo, hemos pensado desde diferentes enfoques. Entre los primordiales tenemos, el lineal y el sistémico.